martes, 1 de abril de 2014

Un chino CHINO.

Hoy voy a escribir sobre un restaurante en mi línea de cosas así raras, porque acabo de leer esta reseña y el que la ha escrito al menos ha sido sincero. No os dejéis guiar por la opinión de este señor porque yo he comido platos de este tipo en otros sitios y están muy buenos. No comería rana, pero por ejemplo la medusa está rica...


Una ensalada de medusa. La medusa es lo marrón. Sabe más al marinado que a medusa, que sabe como a mar pero suave.
Proteína pura, por cierto.


Se trata de un chino en cuyo cartel solo pone "Restaurante Chino", sin pretensiones porque el resto está escrito en kanji. Los dueños dicen que pone Wen Zhou que es una ciudad del sur del país.

Este establecimiento abrió hace 5 años orientado a los chinos que residen en Murcia, pero resulta que van a comer casi más murcianos que chinos, y eso sin occidentalizar ni inventarse comidas como sucede en el resto de restaurantes de este tipo. Mucho mérito.
Cierra a las dos de la mañana para que los chinos que suelen cerrar sus comercios a las 12 de la noche puedan ir a cenar.
En la mesa hay un mantel de plástico y un cuenco con salsa de soja. No hay ni dragones ni cuadros de cascadas, sino una nevera con verduras en medio del comedor. La decoración no es lo suyo, pero en cambio, la comida es otro asunto.
Ejemplos de lo que podemos encontrar son ensalada de medusa, lengua de cerdo, tendón de ternera, rana con salsa de soja o pata de pato.


Parece el chino de los petardos "Chino Mandarín"


Os pego una parte de la reseña del restaurante, que es bastante interesante. Le ha puesto una puntuación de 3 sobre 5.



"Comienzo con una rica sopa Wantu, combinación de verduras chinas -recuerdan a las acelgas y a la cebolleta- que acompañan a unos raviolis de carne muy agradables. Como la experiencia de la sopa ha ido bien y siento que la emoción me embriaga por estar disfrutando de la comida, decido dar un paso más en mi aventura culinaria y probar unas cabezas de pato. Craso error. Partidas por la mitad, y con un punto picante, la huesuda testa de pato reseca deja poco margen para hincar el diente. Pincho un trocito de los sesos y poco más.
«Esto solo lo piden los chinos», me dice la camarera.
«No me extraña», respondo yo entre dientes.
Por similitud a nuestra cocina, el pastel de cerdo con puerros crujiente es el mejor plato de la tarde. Yo lo mojo con salsa de soja para aportarle un poco de sal, pero solo también está muy rico.La ternera rebozada en coco y posteriormente frita la sirven cortada en finas láminas. La carne está tierna y jugosa, aunque no hay rastro de sabor del coco.Unas conocidas empanadillas a la plancha, similares a las que encontramos en los japoneses, y un plato de albóndigas a base de tubérculos estofados con verduras continúan mi particular menú degustación. Las bolitas hechas a base de puré de algún primo lejano de la patata tienen una textura suave y la salsa de ternera que las cubre llega hirviendo a la mesa sobre lo que parece ser un plato de papel de aluminio casero. Mucha historia para un plato sin gracia.Unos churros chinos agridulces a base de caramelo con una acidez muy rica y unos tallarines de arroz con brotes de soja, pimientos y zanahoria dan paso al postre. La pasta tiene una textura gomosa, pero el sabor es bastante reconocible.De postre, unos raviolis rellenos de una crema de arroz caliente y líquida con sabor a sésamo negro y a coco -el mismo de la ternera que no sabía a nada- con un tacto parecido al Blandi Blub. Demasiado para mí."
Tian Tian Chao Mian. Esto no lleva nada raro, es una receta como otra de tallarines que comen allí en china, lo ponían en un chino de mi barrio y está increíble. No todo va a dar repelús.

Soy Carla. Y Batman.

No hay comentarios:

Publicar un comentario