jueves, 8 de mayo de 2014

Bring Back Our Girls.

Como sabéis, la noche del 14 de Abril, miembros del grupo radical islámico Boko Haram secuestraron a 223 adolescentes en Nigeria, cuando estaban de exámenes finales en el instituto. Entraron, dijeron que no les iba a pasar nada, prendieron fuego al instituto matando a todo quisqui y se las llevaron para venderlas como esclavas sexuales dios sabe dónde. No se sabe si están vivas o muertas, pero Canadá, EEUU y otros países ya han ofrecido su ayuda para encontrar a las chicas y a sus captores.
Muchísimos famosos y personas de a pie han hecho una verdadera movilización mundial a través de las redes sociales con el hashtag #BringBackOurGirls para reivindicar la liberación de estas chicas que solo tienen culpa de ser mujeres en un mundo especialmente machista.




A mí es un tema que me preocupa bastante porque viviendo en la época en la que vivimos, y mientras nosotras empezamos a descubrir el maravilloso mundo de ser mujeres poderosas o al menos con cierta autonomía, en otros países las mujeres viven un verdadero calvario, sin saber si al día siguiente les va a violar un desalmado que pase cerca de la aldea o si las van a vender como si fueran ganado. Vivimos en un mundo machista y eso es así. Debemos apreciar todo lo que hemos conseguido a lo largo de los siglos y seguir luchando por más, porque mientras otras mujeres sigan sufriendo la tiranía de los hombres que llevan sus instintos más oscuros a la práctica, yo voy a seguir sintiendo vergüenza del mundo en el que vivo.
Sigo sin saber cómo estamos permitiendo todavía que nos bombardeen con anuncios y productos (un saludito a la MTV y Telecinco para no profundizar mucho) sexistas que no hacen más que crear monstruos que creen que somos mercancía barata.
De todas formas, lo de Nigeria es solo un ejemplo para que nos paremos a reflexionar sobre cómo aún queda gente que considera que las mujeres tenemos menos derechos que los hombres y por ello hacen lo que quieren con las que en un momento dado no pueden defenderse. Y eso sucede en todas partes, día a día y minuto a minuto, en todas las ciudades del mundo. Desde el hombre que no hace nada en casa y se sienta con la cervecita a ver el futbol todo el día, pasando por la ejecutiva que cobra menos que su igual masculino, hasta el tráfico humano.
Supongo que entenderéis que estoy generalizando.
Os animo a uniros a la iniciativa y subir una foto a Twitter con el hashtag #BringBackOurGirls. Que eso no va a cambiar la idea de los secuestradores ni les va a iluminar para que se arrepientan de sus actos, pero es bonito ver como el mundo se moviliza pudiendo pasar olímpicamente.
Espero sinceramente que estén a salvo, o por lo menos que no estén sufriendo.





Carla.

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