La final de la Champions fue el evento deportivo más visto de los últimos años, ya que congregó a millones de personas frente al televisor, pero además de todos los espectadores, Lisboa contó con una grandísima cantidad de visitantes y turistas que se acercaron a la capital portuguesa para vivir tal espectáculo.
En un primer momento, se temía por la seguridad de todos, tanto de los turistas como de los nativos, ya que los posibles conflictos entre aficiones y los ladrones hacían temer que podía ser un desastre.
Pero las cosas no sucedieron así, y la policía actuó en todo momento con determinación, impidiendo altercados importantes y controlando la situación perfectamente.
Por lo tanto los turistas pudieron vivir una maravilla llamada fútbol de la mejor forma posible, disfrutando de un partidazo y no temiendo por su seguridad.
Miguel Ángel Ruiz Informa.
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