Hola compis! Por si por aquí hay
algún amante del tomate, o de la descarga de adrenalina, en unos pocos meses,
el último miércoles de agosto para ser exactos, se celebra en Buñol la conocida
fiesta de la tomatina.
Yo fui hará 4 años, y para los
que no hayáis ido nunca, se trata de subir Buñol arriba y luego Buñol abajo,
vestida con una ropa que no te aprecies en absoluto. Cuando veas a un montón de
gente con gafas de buzo, sabrás que estás en el sitio correcto.
Por allí pasan unos camiones que
te lanzan centenares de tomates, algunos bastante asesinos. Entonces es cuando
descargas toda la adrenalina y el estrés acumulado durante todo el año y
especialmente en esta época de exámenes tirando tomates a toda persona que se
te cruce en tu camino. Cuando ya te has cansado de nadar entre tomates, te vas
en busca de una charca donde poder quitarte un poco de todo ese “exfoliante
natural”. Lo más sorprendente es que cuando vuelves al lugar de los hechos,
esta todo impecable, nadie diría que hace una hora los edificios y las calles
estaban inundadas de tomate.
Como recurso turístico, lo veo
una buena idea, puesto que es diferente y muchas personas acuden para vivirlo
en sus propias carnes. Además, luego puedes demostrar que has estado allí,
puesto que seguro te vuelves con un par de moratones.
Marta Aracil
No hay comentarios:
Publicar un comentario